lunes, 3 de octubre de 2011

Pequeñas grandes catástrofes

Mi principal fuente de diversión es además mi herramienta de trabajo. Mi laptop y yo somos inseparables, ya sea para sesiones interminables de programación en Java o de juegos de liga en Starcraft 2. Es por esto que encontrarme de pronto con una columna de pixeles pegados en la pantalla es para mi, cuando menos, una tragedia griega.

Después de rescatar dos pruebas de forma espectacular, estaba más que dispuesto a premiarme a mi mismo con una botella de Coca-Cola y unas sesiones de League of Legends, cuando al encender mi laptop me encuentro con la señal inequívoca de que algo salió terriblemente mal.

Un día brillante... Arruinado...

Hay veces que ni todas las precauciones del mundo son capaces de preveer algo así. No importan las fundas protectoras, las micas antirrayas ni las mil y una precauciones al llevar tu laptop en tu bolso. Cuando de pronto te encuentras con pixeles muertos o pantallas rotas, ni que te rompan una ventana a piedrazos suena tan mal.

La ley de Murphy y sus tantos corolarios también tienen algo que aportar al entuerto: "Tus aparatos electrónicos siempre fallarán dentro de la primera semana después del vencimiento de la garantía".

Tampoco ayuda a alivianar el sentimiento de culpa el hecho de que las pantallas de laptop sean de las piezas más caras de reemplazar. Bordeando los $100.000 pesos acá en Chile, en muchos casos sale más a cuenta comprar un aparato nuevo que reemplazar una pantalla rota. En mi caso, la calidad del laptop y el precio de reemplazarlo por uno similar hacen de esta opción algo impensable.

Por lo que me queda una sola opción: recurrir al mercado informal. No son pocos los laptop en desarme que se pueden encontrar por ahí, y siendo los de 14 pulgadas uno de los más fáciles de encontrar, eso quiere decir que son también de los más baratos. Claro, usando el término "barato" de la forma más liberal posible.

Ya sea una consola de sobremesa, una portátil, un celular o un netbook, no dejen las cosas al azar. CUIDEN SUS GADGETS! Cuando uno de ellos falla, lo van a echar de menos. A mi me queda el consuelo de que "no es más que una raya" y que aún puedo jugar y trabajar, incómodo pero posible, pero en muchos casos no van a correr con tanta suerte. Si no pregúntenles a los cientos de miles de dueños de las primeras Xbox 360 que tuvieron que devolver sus consolas por el ahora "anillo rojo de la muerte", o a los poseedores de las malogradas Nintendo DS Lite con bisagras rotas. ¿Recuerdan que los ventiladores de PS2 estuvieron entre los accesorios más comprados por un tiempo ante el temor que las recién lanzadas PS2 Slim se fundieran en medio de una sesión de juego?

Todo aparato electrónico está inevitablemente destinado a fallar mas allá de toda reparación posible, pero mientras más tarde en llegar a ese punto, mejor.

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